Se trata de una propuesta derivada de los Planes «Lectura y Escritura» y «Fluidez Lectora» de la Dirección General de Escuelas, que durante 30 días buscó fomentar en las instituciones educativas el proceso de conocimiento, comprensión, asimilación de textos, poner voz a las letras, formar palabras, oraciones y dar vida a historias.
Niñas, niños y jóvenes de nivel inicial, primario y secundario -pertenecientes a diversos establecimientos del departamento- participaron de esta propuesta formativa que durante varias semanas se desarrolló en las instalaciones de la Biblioteca Pública Municipal «Grl. San Martín».
La Dirección de Educación local fue la encargada de coordinar las actividades junto al personal docente responsable de los grupos escolares. La jornada de Lectura en voz alta consistía en un recorrido por el edificio de las obras literarias, afuera había un espacio especial con libros y textos libres de la Biblioteca Móvil para que elijan distintas lecturas, en otro sector se dispuso atriles negros con hojas en blanco para que puedan explayar creaciones con lápices de colores, también había alfombras con distintos juegos como el tatetí y la rayuela, entretenimiento musical y en ocasiones participó de la cita un mimo, que desde su silencioso personaje acompañó las actividades haciendo presentaciones mágicas y de destreza física.
Además de la visita guiada en la Biblioteca Pública Municipal “Grl. San Martin”, en algunas citas estuvieron los Abuelos Cuentacuentos, intervenciones de estudiantes de la Esc. Matías Iriarte y de la Compañía de María, hubo actividades lúdicas del Taller literario «Alicia en el país de las Maravillas» y los viernes representantes del IES Nº 9-009, compartieron trabalenguas, adivinanzas, poesías y juegos.
En total fueron 17 las instituciones educativas que pudieron realizar esta propuesta que animó a alrededor de 1200 estudiantes a poner en práctica la lectura: Comandante Luis Piedra Buena, Juan García del Río, Guillermo Marconi, Jardín Exclusivo «Sol de Tupungato», Vicente Gil, Lindor Castillo, Humberto Beghin, Hermenegildo Hidalgo, Juan Gonzalez Ozo, Emilia Herrera de Toro, Lucila Bombal, Dr. Ricardo Palma, Dr. José Ceferino Palma, Domingo Lucas Bombal, Lucila Barrionuevo de Bombal, Capitán Fragata Carlos M. Moyano y Profesor Dionisio Chaca.
Una de las docentes que acompañó a las chicas y chicos del establecimiento de enseñanzas Beghin -ubicado en el distrito La Arboleda- fue Mariela Ravinale, quien refirió sobre la experiencia «Ha sido un día muy particular para los chicos porque estaban con mucho entusiasmo esperando la salida», la educadora agregó qué objetivo persiguieron desde la institución al incluir en sus actividades la «Lectura en voz alta»: «Lo principal para nosotros ha sido disfrutar de la lectura, que puedan apreciar y sentir el interés y el placer de leer -que tanta falta hace hoy en día- y que ese disfrute lleve a una comprensión lectora, que luego se transfiera a los conocimientos de los estudiantes.» En cuanto a la labor diaria que desempeñan para incentivar en los estudiantes la práctica de la lectura la profesional explicó, «Particularmente tenemos los 20 minutos de lecturas diaria, establecidos por la DGE, después son las actividades diarias que hacemos para enfocarnos en que aprendan a leer y disfrutar de la lectura; realmente es verdad que la tecnología nos atraviesa a todos, principalmente hoy los niños es lo que más a mano tienen cuando los quieren callar o entretenerlos- entonces es muy difícil desde la Escuela motivar la lectura porque el alumno está acostumbrado a cambiar automáticamente cada 30 segundos o cada 1 minuto de imágenes, lleva un trabajo pero con paciencia y dedicación se logra».
En la primera etapa de la propuesta cuando visitaban la Biblioteca, el personal del lugar les narraba la historia de la Biblioteca, también hablaban sobre los roles que tienen y sus funciones, además de animarlos a que los adultos responsables de los estudiantes, se hicieran socios para solicitar a préstamo materiales de lectura.
Luego, en el exterior derecho del edificio los estudiantes podían relajarse en un ambiente preparado con almohadones para que puedan optar por distintas obras y leerlas sentados o acostados sobre los cojines de modo confortable.
Después venía la parte de distensión donde habían atriles para que hicieran demostraciones artísticas; también contaban con juegos didácticos tradicionales como el salto en la rayuela, tatetí y twister de colores. En todas las jornadas cada participante recibió refrigerios de bebidas y alfajores.
Para el personal municipal y los actores educativos -docentes y estudiantes- fueron días diferentes a los rutinarios, con el abordaje de estrategias motivadoras para promover el proceso de decodificación e interpretación de textos.
«El derecho de los niños a leer:
no sólo a comprender, no sólo a juzgar,
no sólo a elegir lo que leen,
sino el derecho de los chicos a querer leer,
a tener ganas, necesidad, urgencia de leer.
A encontrar la felicidad en la lectura. Y a tener libros.
¿Está escrito este derecho con todas sus letras?»
(Escritora Graciela Cabal «Cuentos para seguir creciendo», Ed. Eudeba)
