Este martes por la tarde, la XXI Edición de este Festival artístico tuvo más de cien espectadores, testigos de un concierto sublime ejecutado por el intérprete Nahuel Romero.
El marco de la presentación fue un escenario estético, delicado, emplazado en el interior de la “Capilla Sagrado Corazón de Jesús”, del distrito San José.
La obra musical -que formó parte del Programa Provincial de Música Clásica por los Caminos del Vino- fue escogida con gran acierto, por su connotación a este tiempo religioso de templanza.
Las piezas magistrales “De Preludios, Caprichos y Sonatas» -interpretadas por el guitarrista mendocino- atrajeron la atención del público durante los cuarenta y cinco minutos que sonó la puesta.
En la cita se hicieron presentes el Mandatario Comunal Gustavo Soto, funcionarios municipales, así como decenas de ciudadanos a quienes el gélido aire otoñal no atemorizó y vieron al Festival como una oportunidad óptima de cultivarse con este estilo musical.
El concierto comenzó transcurrida media hora de las 19h, Romero subió al escenario y empezaron a escucharse las melodías. El repertorio comenzó con sonatas del músico alemán Johann Sebastián Bach, también hubo tempo para interpretar una de sus fugas de corcheas y semicorcheas.
Luego, el rasguido de Romero dio vida al Preludio N° 1 del compositor español Francisco Tarrega y su famoso Capricho Árabe, que nació tras un viaje por Andalucía y el norte de África, pieza musical que dedicó a su amigo Tomás Bretón.
El artista cerró con una sonata que expresó que para él era reflejo de la pandemia. La interpretación fue creada a mediados del siglo XX por el venezolano Antonio Lauro, destacado por sus valses y música folklórica.
Se respiró un aire conmovedor, el ambiente espiritual invadió las paredes de la Capilla.
Cerca de las 20.30h la música se detuvo y un sinfín de aplausos plagaron la sala. La presentación fue una quimera de composición clásica, que concluyó con brindis y degustación de vinos en los jardines de la Capilla, Patrimonio Cultural de Mendoza.
