El Área de Gestión Ambiental del Municipio -gracias a la colaboración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) mediante su Programa ProHuerta- lleva a cabo la entrega de especies de granos con el objetivo que los vecinos las germinen en casa y den origen a nuevas plantas que puedan consumir.
A través de esta acción, el Municipio busca generar un círculo virtuoso en la comunidad que incluya, alimentación saludable, cambios de hábitos en la nutrición y salud mental, ya que se trata de una laborterapia que permite mejorar la calidad de vida; inclusión social y colaboración a la canasta familiar.
Oportunamente la Coordinadora de la división Ambiental, Celeste Zuñer, explicó que la idea surgió al detectar el incremento del fenómeno de la huerta en casa, en el marco de la pandemia. Los ciudadanos se han motivado en cultivar distintas especies, ya sea en espacios pequeños o en otros un poco más grandes.
Desde un abordaje territorial integral y una perspectiva de desarrollo sostenible, la entrega de semillas para elaboración de huertas, impulsa la utilización de técnicas productivas amigables con el ambiente, que beneficia a la comunidad con alimentos frescos y nutritivos, con el aprovechamiento de recursos locales, potenciando la acción de la comunidad, empoderando a las personas, mejorando su hábitat y calidad de vida.
Qué semillas pueden solicitarse
Acelga Bressane, Albahaca Hoja Ancha, Apio Gigante, Berenjena Florida Market, Brócoli Calabrés, Coliflor Bola de Nieve, Lechuga Grand Rapid, Lechuga Rapidmor, Melón Rocío de Miel, Poroto Balina de Enrame, Repollo Corazón de Buey, Rúcula del País, Sandia Crimson Sweet, Tomate Río Grande, Tomate Platense Redondo, Zanahoria Chantenay , Zapallo Anquito Cokena, Zapallo Plomo y Zapallito Verones.
Días, horario y lugar de entrega
De lunes a viernes, de 8 a 13h; oficina del Área de Gestión Ambiental (Av. Belgrano 348).
Recomendaciones para preparar el huerto en primavera
1- Retirar cultivos
Quitar del lugar donde queramos plantar, las especies que ya no deseemos que estén en el bancal (cuadrados o secciones en que se divide una tierra para distribuir mejor los cultivos) y las malas hierbas. Es importante hacer este proceso cuando el suelo esté en tempero, es decir cuando hayan transcurrido 3 o 4 días desde la última vez que llovió, con el objetivo de evitar que no esté demasiado húmedo ni demasiado seco, para no romper mucho la estructura del suelo. Si la tierra está seca, regar y dejar pasar el plazo de días indicados para comenzar el proceso. Los restos de cosecha pueden reutilizarse para compost.
2- Podar árboles frutales
Realizar la poda de árboles frutales, para que toda su energía se emplee en los nuevos brotes y no en ramas secas o viejas. Consultar el calendario de poda según los arbustos.
3- Abonar
Añadir 5 o 10 cm de estiércol (guano) curado, compost o humus de lombriz en la superficie del suelo donde queremos cultivar. No importa si no es exacta la medida, ya que se mezclará.
4- Remover y mezclar
Quitar la tierra por bancal a unos 30cm de profundidad, calculando la cantidad necesaria, según el ancho de la pala. Retirar a un contenedor o dejarla en una carretilla, ya que será utilizada posteriormente. Ir rellenando cada sección con la tierra de la siguiente división. Romper los terrones con el objetivo de que el suelo vaya quedando bien suelto. Al finalizar la última fila del terreno o bancal, dejarla vacía, allí se echará la que estaba guardada en la carretilla.
Es importante también quitar las piedras para evitar que molesten en el crecimiento de las plantas y para finalizar con un rastrillo allanar el suelo.
5- Acolcha
Es importante acolchar ya sea con paja, cortezas o el material que más nos convenga para evitar que la tierra pierda la humedad y salgan malas hierbas. Si vamos a plantar la semilla directamente en el bancal o terreno debemos esperar a que salgan y luego poner el acolchado.
6- Preparar el Riego
La tierra aguanta bastante sin regar, aunque conforme vaya aumentando el calor habrá que regar con más frecuencia. Podemos establecer un sistema de riego por goteo o simplemente regar con una regadera cada 2 o 3 días. Si llueve no es necesario regar, ya que el acolchado cumplirá su función. Es cuestión de empezar a conocer la tierra y la necesidad de agua que requiere.